El 22 de abril,
madrugamos un poco. Teníamos que estar ahí a las
9h30. Así que nos
preparamos rápido, desayunamos y cogimos el autobús
30. Llegamos sobre las 9h20 y recuperamos nuestros billetes (menos
mal que los reservamos en Internet). Después de un rato vino
el guía. Nos explicó en
qué consistía exactamente la visita ya
que habíamos comprado entradas especiales : La Alhambra, el
entorno urbano y paisajístico. Nos entregó auriculares y magnetófonos para que lo oyéramos bien a lo largo de la
visita. Estábamos sólo los ocho más el guía. Empezamos por el palacio de Carlos V. De la entrada hasta en palacio, sacamos fotos de
unos jardines y monumentos en ruinas. Vimos también la Puerta de los Siete Suelos. Luego bajamos unas escaleras, un conserje nos abrió la puerta y entramos en el patio de los Arrayanes, del Palacio de los Nazaríes (1354-1362). Me gustó mucho. Todos esos detalles en las paredes, los colores... Era como si de repente, nos encontrásemos en el País de la Mil y Una Noches. Me acuerdo de que el guía nos dijo que ese palacio era feo comparado con el otro que íbamos a visitar. Y me dije, ¿cómo puede ser feo un palacio tan precioso? Pero en cuanto entramos en el patio de los Leones (1487-1492), entendí lo que quería decir el guía. En el medio se encontraba la famosa fuente con estatuas de leones. Y como una imagen vale más que mil palabras...
El Patio de Los Leones
Después vimos Granada desde el Peinador de la Reina. Un panorama increíble. Luego salimos por la Puerta de la Justicia y nos encontramos con la estatua del famoso escritor Washington Irving, él que escribió los Cuentos de la Alhambra. También pasamos por la Puerta de las Granadas. Salimos de la Alhambra para volver al centro de la cuidad. Ahí vimos las fachadas de la Capilla Real y de la Catedral y visitamos el Monasterio de San Jerónimo. Recuerdo un olor de naranja, de sol y un sentimiento de tranquilidad...
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire