mercredi 10 juillet 2013

Últimos momentos en Zaragoza

    El 27 de junio, celebramos mi cumple con antelación y nos despedimos los unos de los otros. Era la última noche que pasamos juntos. Comimos muy bien, nos reímos como siempre, o casi... La verdad que estábamos un poco tristes al pensar en todo lo que habíamos vivido a lo largo del año. Despedirse de sus amigos no resulta nada fácil. Algunos se echaron a llorar, yo no. Quizás no me daba cuenta de que nos estábamos despidiendo. Tal vez porque todavía no me iba de España. Pero sí que sentí un cosquilleo desagradable en el estomago en aquel momento.     
    Al día siguiente, quedamos en la Universidad para ver las notas de gramática. Hacía mucho sol así que nos animamos un poco. Luego nos despedimos de D. y el resto nos fuimos a comer a La Pelouse. Lo pasamos genial, sacamos fotos, y comimos bien (para variar). Del calor que hacía, decidimos ir al Parque Grande. Antes esperamos a las chicas porque querían ponerse el bañador. Al cabo de un rato, llamó el padre de M. para avisarla de que ya había llegado. Ya tenía que irse... Todavía no me daba cuenta. La abracé, le dije adiós. I. se echó a llorar, como si estuviera llorando en mi lugar. Se fue, y nos fuimos los seis al parque. Nos quedamos unas horas a tomar el sol. Yo tenía que volver a casa para hacer las maletas y necesitaba estar sola para pensar o quizás para no pensar. Me sentía rara. Me despedí de E. y M.  
    El 30 por la tarde, nos fuimos los cuatro a dar un paseo por el Parque Delicias. Pero sin los demás, no era lo mismo. Nos quedamos un rato y como tenía hambre, decidí volver a casa. I. me acompañó y quedamos sobre las 22h30. Tenía que coger el autobús a las 2h35 de la madrugada. Estaba muy nerviosa. Siempre me ponen nerviosa los viajes. Así que vinieron a casa sobre las 23h45 y salimos a medianoche. Me ayudaron a coger las bolsas y las maletas y esperaron conmigo hasta que llegó el autobús. Charlamos y nos reímos un poco. Me alegro de que me hayan acampanado, ya no me sentía sola. Me despedí de ellos, los abracé muy fuerte y subí al autobús, rumbo Gerona. Como estaba agotada, me dormí enseguida y no tuve tiempo de darle más vuelta... 

En el Parque Grande 

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